Entrevistamos a la leyenda de la disciplina de saltos de la natación española con entrada más reciente a nuestro Salón de la Fama.

¿Qué ha significado para ti entrar en el Salón de la Fama RFEN Aquatics?
Sobre todo un orgullo a nivel deportivo y algo muy importante para mí, y es que este reconocimiento pone un broche final a una carrera y a una especialidad tan importante en mi vida como son los saltos. Alegría y orgullo por entrar de nuevo en esa Federación (RFEN) a la que he pertenecido durante más de 25 años.
¿Recuerdas cómo empezaste en esta disciplina de los saltos?
Sí, empecé a nadar desde muy pequeño, con 5 años, y recuerdo ver en la tele los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, y decirle a mi madre que yo era capaz de hacer eso. Nadaba en Leganés y allí no había trampolines, y me cambié de club para poder competir. Tuve la suerte de que mi madre buscó el mejor club de España y de Madrid en aquel momento, que era el Real Canoe. Me apuntó y fue ahí donde vi por primera vez los trampolines y mi mentalidad cambió. Me dije, esto es lo que quiero.
¿Por qué practicaste los saltos durante tantos años? ¿Qué te motivó a seguir?
Fue algo muy natural. Yo iba mucho de vacaciones con mi abuela, mi tía y mi madre y dio la casualidad de que en la mayoría de hoteles, antiguamente, siempre había un trampolín. Y yo, claro, no paraba de tirarme. Me pasaba horas. De hecho, tengo fotos en trampolines. Lo tenía muy claro desde muy pequeño.
¿Con qué te quedas de los principales hitos de tu carrera?
Además de haber podido competir en tres Juegos Olímpicos (2004, 2008 y 2012), me quedo con la final olímpica de Londres, en la que me costó mucho porque pasar a una final depende de varios cortes. Es la final que recuerdo con más alegría.
¿Qué momento recuerdas con más cariño y por qué?
El mejor recuerdo que tengo de los saltos es que yo empiezo un Campeonato del Mundo en 2003 en Barcelona (no me salió muy bien) y cierro mi carrera deportiva en Barcelona, en el Campeonato del Mundo de 2013. Quedé quinto, hago un grandísimo concurso y fue el mejor cierre posible, sacarme aquella espina. Fue un momento difícil para mí porque mi abuela tenía cáncer y además yo padecía dolores en la espalda. Por eso fue tan especial.
¿Qué personas o personas influyeron más en tu carrera deportiva?
Mi madre, 100%, luego a nivel de entrenadores ‘Misha’ y Ala cuando estuvieron aquí fueron personas que me enseñaron muy bien. Boris, que me enseñó lo que era la disciplina de entrenamiento. Y sobre todo tengo que dar las gracias y mi admiración a Arturo Miranda, que fue el que me acogió en Canadá, en su casa. Estuve allí los cinco mejores años de mi vida deportiva. Así que el top se lo lleva Arturo, después de mi madre. Y mi amigo Alexander Despatie.
¿Te marcaste algún reto deportivo desde pequeño?
Bueno, la verdad es que iba poco a poco, nunca fui un deportista de decir voy a conseguir esto o lo otro. Cuando iba a un campeonato me decía, 'este lo quiero ganar.' Campeonatos del Mundo, Juegos, iba paso a paso. No lo veía así, me gustaba más ir poco a poco.
¿Referente anterior, uno de tu época y otro actual?
Mi referente cuando era niño fue José Miguel Gil, ‘Chemi’, sin ninguna duda. Luego fueron pasando los años y cuando empecé a competir y a tomármelo más en serio mi referente era el crack ruso Dimitry Sautin, y ya cuando se retiró, entonces fue mi amigo Alexander Despatie. Han sido tres saltadores clave en toda mi carrera. Quitando los mejores chinos, a los que he admirado, pero los que me han marcado han sido los tres citados.
¿Qué te han enseñado los saltos, Javi?
Los saltos me han enseñado disciplina, dedicación y disponibilidad. Al final aprendes valores. Y eso que es un deporte muy desagradecido porque en fútbol, por ejemplo, con tus colegas puedes echar una ‘pachanguita’, pero en saltos no, necesitas constancia y seguir. Como estés un mes parado sin ser constante, ya no haces ninguno.

¿Cómo ves a evolución de tu disciplina y cómo la imaginas en el futuro?
Ha habido un cambio generacional en el que he visto un poco de descenso de nivel, pero no solamente en España sino en todos los países. Ahora está empezando a subir y creo que vamos a ver un nivel bastante bueno. Incluso en otros deportes como en el fútbol si hablamos de los Messi, Cristiano, Benzemá, Luis Suárez… Ahora hay unos pocos que destacan, pero no son top, top. En lo nuestro, yo he visto un bache de Río a París.
¿Tienes alguna vinculación actual con el deporte de los saltos más allá de las amistades?
Tengo un trabajo que no me deja mucho tiempo para interactuar con la gente de saltos, pero sigo viniendo a la piscina, les apoyo, les doy consejos, les ayudo y con eso es con lo que me quedo.

Como leyenda deportiva, ¿qué mensaje te gustaría dejar y a quién?
El mejor mensaje que puedo dejar es a los saltadores que empiezan: que se diviertan con lo que estén haciendo, primordial, y que tomen sus propias decisiones, que se equivoquen, porque eso va a hacer que aprendan en un futuro.
Una más, ¿con los años has vuelto a saltar, Javi?
No, la verdad que no. He venido a la piscina al M86, he vuelto a saltar en la cama elástica…me llama, pero sabes, es complicado después de tantos años. Requiere mucha fuerza y tienes que estar preparado, no es fácil.

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